jueves, 25 de diciembre de 2014

Herón: El Mago de Alejandría

Imaginemos que vamos a un centro comercial. Nos encontramos con una puerta de cristal, la cual se abre de forma automática al acercarnos. Un hecho cotidiano, que no nos sorprende, pues para todos es conocido la existencia de sensores que detectan nuestra proximidad y accionan el mecanismo de apertura.
Imaginemos que viajamos en el tiempo hasta el siglo I a. C. y  desconocemos por completo la existencia de esta tecnología. Nos aproximamos a la puerta de un templo, un hombre realiza un gesto mágico y las puertas del edificio se abren por si solas.
Esta escena es la que vivían los habitantes de Alejandría (fundada por Alejandro Magno 331 a. C) en los templos diseñados por uno de los más grandes científicos e inventores de la antigüedad : Herón de Alejandría, también conocido como "el hombre máquina" (Michanikos), o "el MAGO".

Herón fue un prolífico matemático (estudió la superficie y volúmenes de los cuerpos), e ingeniero (inventor de la primera máquina a vapor). Pero el ingenio de este inventor fue más allá. Sus inventos tenían aplicaciones prácticas tales, que a vista de los habitantes de Alejandría, no podían ser más que producto del poder de los dioses.
Herón era capaz de ocultar los mecanismos de sus invenciones, para que la "ILUSIÓN" creada fuese total; tal como lo intentamos los magos en el campo actual de las grandes ilusiones.
Uno de sus inventos, fue el que da inicio a este post: un sistema de apertura automático de las puertas de un templo

Su invento es de una genialidad absoluta para la época: Al acercarse al templo, el sacerdote encendía una llama en la entrada del templo. Esta llama calentaba un receptáculo lleno de agua, lo que provocaba la evaporación de la misma. Producto del gas evaporado, se accionaba una serie de contrapesos que accionaban rodamientos que aabriríanlas puertas. 
Este es solo un ejemplo de las muchas invenciones de Herón, tanto a la ingeniería, como a la creación de ilusiones, cuyos principios se utilizan aún en la actualidad. 

Para muestra, la ilusión de "convertir el agua en vino", cuyo principio se basa en la diferencia de presiones dentro de un recipiente dividido en su interior. Cada compartimento tenía un agujero en su parte superior, y se llenaba con uno de los líquidos en cada división. Dependiendo del compartimento en el que se tapase el agujero superior, se podía servir uno u otro líquido (algunos magos de seguro reconocerán algo de esto en alguna de sus ilusiones que utilizan en la actualidad). 


Sin duda el talento de Herón, de aplicar sus conocimientos de ingeniería a la diversión y crear ilusiones era notable, y bien tiene ganado el apodo con el que se le conocía en su época : "EL MAGO". 


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